¿Aquelarre?

¿Algún brujo para piedra de salud?
... Nah.

Conduces como un...

Perdone, señor pavo, no he dicho nada.
A partir de ahora, cuando vea un dragón mal aparcado, prometo no quejarme.

La de cosas absurdas que se encuentra una tan solo dando vueltas por una ciudad.

Amor de Sha

 Ieeeeeeee

Bluegh

Total: siete muertes. Nótese que "siete muertes" no es lo mismo que "siete muertos". Pero bueno, al menos cayó.

Cría tu propio Shenron

Da más por saco que un hijo tonto. No me ha pedido una Play (aún...) pero las tareas diarias son cansinas, muy cansinas. Yo era una bruja respetable, y ahora me paso los días plantando y recogiendo nabos, limpiando caca de dragón y matando monos. Suerte que aún me queda algo de tiempo para churruscar orcos...

Aquí, la tierna criatura:

El bicho me come bien, y ahora está un pelín más grande:

Creo que aún peso demasiado para él, lo noto algo... torcido:

Creo que mañana, al fin, habré acabado de criarlo. Ahora solo me falta hacerme amiga de los pescadores, los Lotos, los Shadopan... y plantar miles de nabos.

Gafe y masoca

Estaba yo matando bichos alegremente en Cima Kun-Lai para volverme fuerte cuando de repente se hizo de noche, así sin avisar ni nada:

¿Quién habrá invocado al dragón Shenron? ¿Goku?

La verdad es que no tenía muy buena pinta, mirándolo bien:

El caso es que me recordaba a algo y al final caí: un Sha. Más me valía salir por patas. Pero no: "bah, al igual me cae un Sha en la cabeza, jaja".

Y mira tú cómo son las cosas:

Vamos a jugaaaar

A pesar de todo, aún estaba a tiempo de salir por patas. Pero una vez más, no lo hice. Y no solo eso, si no que además me creí hiperpoderosa y me lié a bolazos con él. Y morí. Y resucité. Al lado, y me volvió a matar.

Al final, a base de toñas, una aprende la lección:

Mejor me voy a plantar nabos a la granja.

Anchoas en remojo

El título desagradable patrocina La Colada.

Es un gnomo considerado con los estómagos delicados, yo no lo habría sido tanto.

Pobre lobo...

Popis y yo nos encontramos con la Abuelita durante la representación teatral de Caperucita Roja, y parece que la señora se ha tirado sus años recorriendo mundo y matando bichos gordos:

¡De mayor quiero ser como usted!